Para determinar la superficie exacta de una finca es necesario conocer sus lindes con precisión.

En el caso de fincas agrícolas suele ser más sencillo puesto que las lindes suelen estar determinadas por los «márgenes» de los campos contiguos. Si el terreno tiene un valor muy elevado se pueden tomar puntos de referencia y obtener sus coordenadas geográficas mediante un receptor GPS de alta precisión (de 5 a 30 cm). Sin embargo, lo más habitual es realizar una digitalización sobre una ortofoto, o lo que es lo mismo «dibujar» el contorno de un terreno a partir de una fotografía aérea (sistema utilizado por el Catastro y el SIGPAC).

Para montes o fincas forestales es algo más complicado ya que las lindes no se diferencian de una forma tan clara. En primer lugar es necesario localizar sobre el terreno hitos o mojones si los hay, y de igual modo obtener sus coordenadas geográficas. A partir de los datos obtenidos en el campo y otras referencias topográficas como caminos, vaguadas, crestas, ríos o barrancos se confecciona una delimitación sobre un plano, cuya superficie es calculada exactamente con la ayuda de programas informáticos (Sistemas de Información Geográfica).